¿Cómo actuar con un familiar con depresión?: aprenda cómo brindar ayuda y aliento efectivos con esta guía informativa

La depresión es una enfermedad que afecta a quien la padece y a toda la familia que le rodea. Muchas veces nos encontramos con un problema cuando un ser querido pasa por esta difícil situación: queremos ayudar de la mejor manera. Saber cómo ayudar a un familiar con depresión puede ser complicado. Podemos sentirnos confundidos, con miedo y en ocasiones frustrados. Sin embargo, es fundamental mostrar actitudes compasivas y bien informadas. Esta guía está diseñada para ofrecerte las herramientas necesarias para saber cómo cuidar a un familiar con depresión sin desgastarse. También te orientará sobre como producir un ambiente de comprensión y amor en estos momentos complicados. A través de pasos concretos y consejos prácticos, aprenderás a ser un pilar de apoyo en su camino hacia la recuperación.

JOSÉ CASTRO LUNA

4/13/202531 min read

un hombre y una mujer deprimida sentados en un banco
un hombre y una mujer deprimida sentados en un banco

Índice de contenidos

I. Entendiendo la depresión

A. La depresión como enfermedad: ¿Qué es la depresión?

B. ¿Cómo detectar la depresión en un familiar?

1. Síntomas de la depresión en un ser querido

2. Pensamientos y creencias comunes en la depresión

C. Causas de la depresión: factores que causan la depresión

D. ¿Qué no es la depresión?

E. ¿Cómo diferenciar la tristeza de la depresión clínica?

II. Acciones cotidianas para ayudar a un familiar con depresión

A. ¿Cómo hablar con un familiar deprimido?

B. Frases de aliento para un familiar con depresión

C. El peligro de los consejos no solicitados en la depresión

D. ¿Cómo motivar a alguien con depresión sin presionarlo?

1. Entender la depresión mostrando empatía y comprensión hacia tu ser querido como punto de partida

2. Fomentar la activación conductual y el bienestar de forma gradual y sin presiones

3. Promover un estilo de vida saludable como base para la activación

4. ¿Cómo animar a un familiar con depresión a salir de casa?

5. Reforzar los logros y la autoestima

6. Combatir la culpa en un familiar con depresión

7. Ofrecer apoyo práctico

8. ¿Cómo apoyar emocionalmente a una persona con depresión?

9. Apoyar al tratamiento profesional

E. ¿Cómo actuar si un familiar tiene pensamientos suicidas?

F. ¿Cómo hablar con un familiar con depresión que no quiere ayuda?

G. Signos de empeoramiento de la depresión

III. La depresión y su impacto en el entorno del paciente

IV. Agotamiento emocional familiar y depresión

A. Manifestaciones del agotamiento emocional

B. Factores que contribuyen al agotamiento emocional del familiar

C. Estrategias para prevenir y afrontar el agotamiento emocional

Conclusión

I. Entendiendo la depresión

A. La depresión como enfermedad: ¿Qué es la depresión?

La depresión es un trastorno mental en el que se altera el estado de ánimo, la conducta, la motivación y los pensamientos de las personas que lo sufren. Lo primero para apoyar a un familiar con depresión es reconocer los síntomas de este trastorno.

B. ¿Cómo detectar la depresión en un familiar?

Cada persona sufre la depresión de forma distinta. Hay que observar con atención ya que al inicio los síntomas depresivos podrían pasar por alto, pero son claves para entender el estado emocional de la persona. Es fundamental que, en la medida de lo posible, observemos con atención y sin juicios preconcebidos, ya que esto nos permitirá actuar con mayor exactitud y cuidado.

una mujer deprimida sentada en un sillón
una mujer deprimida sentada en un sillón

1. Síntomas de la depresión en un ser querido

Quienes sufren esta enfermedad muestran algunos de los siguientes cambios en su estado de ánimo y comportamiento:

  • Tristeza profunda y persistente: sentimientos de tristeza, vacío, desesperanza y aflicción que se mantienen durante bastante tiempo.

  • Pérdida de motivación para las actividades que antes disfrutaba: desinterés por el trabajo, aficiones, relaciones sexuales y actividades sociales.

  • Incapacidad para disfrutar o experimentar placer: la persona puede tener dificultades para sentir placer o alegría, incluso en actividades que antes le resultaban gratificantes.

  • Irritabilidad: la persona puede mostrar reacciones de enfado e ira con más frecuencia.

  • Dificultad para comunicar sus sentimientos: la depresión puede dificultar la expresión de las emociones y generar una sensación de aislamiento e incomprensión. La persona se aleja de sus seres queridos, rechaza las relaciones sociales y prefiere estar sola.

  • Descuido de la apariencia personal: la persona puede descuidar su higiene y vestimenta.

  • Lentitud en movimientos y habla: la persona puede moverse y hablar más lento de lo habitual.

  • Agitación e inquietud: la persona puede mostrarse inquieta y tener dificultades para relajarse.

Además de las alteraciones del ánimo con frecuencia en la depresión ocurren alteraciones físicas. El ser querido puede quejarse de problemas de sueño. Lo más frecuente es que sufra dificultad para coger o mantener el sueño. Sin embargo, algunas personas necesitan dormir en exceso.

También pueden tener alteraciones en el apetito. Lo más frecuente es que disminuya el apetito y que pierdan peso de forma repentina y sin causa aparente. Pero algunas personas sienten aumento de apetito que los lleva a coger varios kilos.

Muchas personas se quejan de fatiga y falta de energía para realizar actividades cotidianas, incluso las más simples. La persona puede sentirse constantemente cansada y sin fuerzas.

En algunos casos sienten dolores físicos sin causa aparente: dolores de cabeza, estómago, espalda y otros dolores que no tienen una explicación médica clara.

Es importante prestar atención a las variaciones en su estado cognitivo ya que la depresión puede alterar la capacidad para concentrarse, para recordar información o para tomar decisiones. Esto puede dificultar el trabajo, el estudio y la resolución de problemas que la vida le plantea.

2. Pensamientos y creencias comunes en la depresión

Las personas que sufren depresión tienden a tener pensamientos distorsionados y creencias negativas que contribuyen al sufrimiento emocional, la baja autoestima y la dificultad para afrontar la vida diaria.

- Autodevaluación, desesperanza y culpa:

  • Pensamientos de inutilidad y fracaso: la persona con depresión puede tener una visión muy negativa de sí misma, creyendo que no vale nada, que es un fracaso o que no tiene nada que ofrecer.

  • Desesperanza ante el futuro: la persona puede sentir que su situación es irremediable, que no hay esperanza de mejora y que las cosas nunca van a cambiar.

  • Culpa por su estado y por el sufrimiento que causa a otros: la persona puede sentirse culpable por estar deprimida y por la carga que supone para sus seres queridos.

  • Dificultad para ver soluciones a sus problemas (pesimismo).

- Distorsiones Cognitivas:

  • Pensamientos negativos y pesimistas: la persona puede tener una visión distorsionada de la realidad, centrándose en lo negativo y minimizando lo positivo.

  • Generalización excesiva: a partir de malas experiencias aisladas, la persona puede llegar a conclusiones negativas sobre sí misma o sobre el mundo.

  • Pensamiento dicotómico o polarizado: Las experiencias se interpretan en términos de todo o nada, bueno o malo, maravilloso u horrible, un completo éxito o un fracaso total. Esto crea un mundo en blanco o negro, sin tonalidades de gris, sin términos medios. No se aceptan aspectos parciales positivos. El mayor peligro de polarizar el pensamiento recae en cómo se juzga dicha persona a sí misma: si no es perfecta o brillante entonces sólo podrá ser una fracasada o un imbécil.

- Aislamiento social y dificultad para conectar:

  • Creencia de que no merece el amor o el apoyo de los demás: la persona puede sentirse indigna de ser querida o pensar que es una carga para los demás.

  • Miedo al rechazo o al juicio: la persona puede evitar el contacto social por temor a ser rechazada, criticada o juzgada por su estado.

- Ideas de Suicidio:

  • Sensación de desesperanza y falta de alternativas: la persona puede sentir que no hay otra salida a su situación, que su vida no tiene sentido o que es una carga para los demás.

  • Pensamiento sobre la muerte como única salida al sufrimiento: en casos graves de depresión, la persona puede tener pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio, viéndolo como la única forma de escapar del dolor emocional.

  • Es importante destacar que estos pensamientos y creencias son síntomas de la depresión y no reflejan la realidad. Con el tratamiento adecuado, la persona puede aprender a identificar y desafiar estas cogniciones negativas, desarrollar patrones de pensamiento más realistas y recuperar la esperanza y la motivación.

C. Causas de la depresión: factores que pueden producir la depresión

La causa de la depresión es desconocida. Se considera que es una enfermedad debida a la acción de varios tipos de factores:

tabla que describe los factores que pueden producir depresión
tabla que describe los factores que pueden producir depresión

1. Fatores genéticos:

  • Tener padres o madres que han sufrido depresión aumenta el riesgo de padecerla.

  • Las mujeres son más propensas a la depresión que los hombres, y algunas presentan depresión postparto tras dar a luz debido a los cambios hormonales. Esto se conoce como depresión postparto.

2. Factores adquiridos:

Los factores biológicos que puede aumentar el riesgo de sufrir depresión son:

  • Enfermedades físicas: enfermedades físicas graves o crónicas como la diabetes, el cáncer o enfermedades cerebrovasculares aumentan también el riesgo.

  • Consumo de sustancias: El abuso de sustancias como alcohol, cannabis, éxtasis o cocaína predispone a enfermedad depresiva.

  • Algunos medicamentos tienen como efecto secundario el poder inducir depresión.

  • Una dieta poco saludable aumenta el riesgo de depresión en mujeres. Por el contrario, disminuye el riesgo con la dieta mediterránea. Esta dieta mediterránea se basa por una parte en un abundante consumo de verduras, frutas, legumbres, nueces, hidratos de carbono de cadena larga, grasas monoinsaturadas y pescado. Y por otra parte se basa en un bajo consumo de grasas saturadas y de productos lácteos y de carne.

Factores ambientales:

  • Situaciones de estrés o de pérdida: duelos por fallecimiento de familiares, conflictos familiares o de pareja, estrés laboral, desempleo, problemas económicos, etc.

  • Las experiencias traumáticas en la infancia aumentan también el riesgo de sufrir depresión en adolescentes y durante la vida adulta. Esto puede ocurrir en personas que estuvieron expuestas a abuso sexual, físico o emocional, a pobreza, desastres naturales, muerte de un miembro de la familia, o a violencia doméstica.

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir depresión se pueden dividir también en dos tipos: factores predisponentes y factores desencadenantes.

a) Los factores predisponentes (factores de vulnerabilidad o riesgo) actúan mucho antes de que se presente el episodio de depresión provocando una mayor probabilidad de sufrir la enfermedad. Así actuarían los factores genéticos o el daño causado por las experiencias traumáticas de la infancia.

b) Los factores desencadenantes o precipitantes desencadenan la depresión en personas predispuestas actuando justo antes de la depresión. Así actuarían el estrés laboral, la pérdida de un ser querido, etc.

Las hipótesis más aceptadas suponen que los factores estresantes ambientales y los factores genéticos provocarían alteraciones inmunológicas y neuroendocrinas que provocarían alteraciones en varias zonas cerebrales. Estos cambios del cerebro provocarían disfunciones de la neurogénesis y de la transmisión entre grupos de neuronas. Y todo esto daría lugar al conjunto de síntomas de la depresión.

La depresión no es simplemente sentirse triste por un período corto de tiempo como consecuencia de una pérdida o de una situación dolorosa. Por el contrario, es una condición médica que además de la tristeza presenta más síntomas y se mantiene en el tiempo.

La depresión tampoco es una forma de carácter, ni una falta de voluntad, ni una señal de debilidad. Tampoco es ser un holgazán, ni histérico, ni estar loco/a.

La persona deprimida no elige su estado depresivo como algo voluntario, ni puede salir de este estado con fuerza de voluntad, ni con consejos sobre la vida. En la depresión no hay culpables. Como en cualquier enfermedad sólo hay víctimas: la persona que la sufre y los familiares que la cuidan.

La depresión es un trastorno que necesita un diagnóstico y un tratamiento.

D. ¿Qué no es la depresión?

E. ¿Cómo diferenciar la tristeza de la depresión clínica?

En la siguiente tabla se explican las diferencias entre la tristeza normal y la depresión.

tabla que describe las diferencias entre la tristeza normal y la depresión clínica
tabla que describe las diferencias entre la tristeza normal y la depresión clínica

II. Acciones cotidianas para ayudar a un familiar con depresión

Durante el proceso de recuperación de tu familiar lo importante es mantener la constancia, la empatía y el respeto por el ritmo individual de su evolución hacia la superación de la enfermedad. En la relación con la persona deprimida habrá que estar continuamente validando sus emociones y sentimientos.

¿Qué es la validación emocional?

La validación emocional consiste en reconocer y aceptar las emociones y sentimientos de una persona como adecuadas para el problema que sufre. La validación de emociones y sentimientos es necesaria para poder respetar y mostrar empatía con la persona que sufre y que está compartiendo con nosotros lo que siente. Se trata de informarle de que consideramos válidos sus sentimientos y que no la juzgamos por tenerlos.

una niña consuela a su madre deprimida
una niña consuela a su madre deprimida

A. ¿Cómo hablar con un familiar deprimido?

Lo primero es elegir un momento y lugar tranquilo donde podáis hablar con calma.

Muéstrale empatía y comprensión: hazle saber que comprendes su situación y que no le juzgas. Tu familiar necesita sentir tu apoyo incondicional.

Puedes empezar diciendo: "He notado que últimamente no estás bien, ¿quieres hablar de ello?" "Me preocupo por ti, ¿hay algo que pueda hacer para ayudarte?"

Realiza una escucha activa: préstate a escuchar con atención a tu familiar sin interrumpir ni ofrecer soluciones rápidas. Que sepa que tiene con quien expresarse y desahogarse sin tener que recibir consejos bienintencionados.

Habla con tacto y sensibilidad: cuando hables no le quites importancia a su dolor ni le hagas sentir culpable. En lugar de decir "anímate" o "tienes que poner de tu parte", prueba con estas frases: "¿cómo te sientes hoy?" o "¿en qué te puedo ayudar?".

No le des consejos que no haya pedido ni le digas lo que "debería" hacer. Por otro lado, sí que puedes recordarle las recomendaciones que le hayan hecho los profesionales de la salud mental.

Respeta su silencio: no le obligues a hablar si no se siente motivado. La depresión puede dificultar la comunicación y tu familiar necesita sentir que puede expresarse a su propio ritmo.

Comunícate honestamente, pero con cuidado: expresa tus preocupaciones y límites de manera clara pero respetuosa.

B. Frases de aliento para un familiar con depresión

Es importante recordar que las palabras de aliento deben ser sinceras, que expresen comprensión y que no quiten importancia a la experiencia dolorosa de la persona con depresión. Aquí tienes algunos ejemplos:

- Validando sus sentimientos y mostrándole apoyo:

  • "Sé que pasas por una situación complicada. No estás solo en esto”.

  • “Debe ser muy duro sentirte así."

  • "Estoy preocupado/a por ti y te quiero ayudar para que te recuperes. Estoy aquí para ti”.

  • "Sé que la depresión puede hacerte sentir desesperanzado, pero quiero que sepas que hay esperanza y que las cosas pueden mejorar."

  • "Puede que ahora no lo veas, pero eres una persona valiosa y querida. Tus sentimientos son importantes para mí."

  • "Aunque no pueda comprender del todo lo que te pasa, estoy aquí para escucharte y apoyarte sin juzgarte."

  • "Te admiro por la fuerza que muestras para luchar contra esta enfermedad. Eres más resistente de lo que crees."

- Animando la acción y reforzando sus esfuerzos:

  • "Sé que es difícil, pero cada pequeño paso que des hacia la recuperación es un logro. Estoy orgulloso de ti."

  • "Me alegra ver que estás haciendo un esfuerzo por cuidarte. Sigue así, poco a poco te sentirás mejor."

  • "Recuerda que no estás solo en esta lucha. Hay profesionales que pueden ayudarte a sentirte mejor."

  • "Si te apetece, puedo acompañarte a dar un paseo o a hacer alguna actividad que te guste. Incluso una pequeña salida puede ayudarte a sentirte mejor."

  • "Recuerda las situaciones complicadas que superaste en el pasado, y ya verás como también superarás esta. Tienes recursos para conseguirlo."

- Evitando frases que invaliden sus sentimientos:

Aunque quieras ayudar, hay frases que no son adecuadas pueden hacer sentir peor a la persona con depresión. Evita comentarios como:

  • "Pon de tu parte",

  • "Anímate",

  • "No es para tanto"

  • "Tienes que ser fuerte".

  • "Simplemente tiene que pensar en positivo",

  • "Todo se solucionará con el tiempo",

  • "Todo el mundo pasa por momentos difíciles".

  • "No tienes motivos para estar así".

Estas frases pueden entenderlas como que no se da importancia a su dolor y a la incapacidad que sufre. Podría sentirse incomprendido.

Recuerda que cada persona experimenta la depresión de manera diferente, por lo que es importante adaptar las palabras de aliento a la situación específica de tu familiar. Lo más importante es que le transmitas tu amor, apoyo y comprensión incondicional.

C. El peligro de los consejos no solicitados en la depresión

Es crucial que la familia de una persona con depresión evite darle consejos sobre su vida por varias razones:

  • Los consejos bienintencionados, como "anímate" o "sal a distraerte", pueden sonar triviales y hasta ofensivos para alguien que lucha contra una alteración profunda de su estado mental que afecta la capacidad de la persona para pensar, sentir y actuar con claridad.

  • Los consejos no solicitados pueden aumentar la frustración y la culpa, haciéndoles sentir que no están haciendo lo suficiente o que están decepcionando a sus seres queridos.

  • Cuando se dan consejos sin escuchar y comprender la perspectiva de la persona con depresión, se corre el riesgo de invalidar sus sentimientos y experiencias. Esto puede llevar a que se sientan incomprendidos y más aislados, lo que dificulta la recuperación.

  • Los consejos, aunque bienintencionados, pueden ser interpretados de forma negativa o distorsionada porque la persona puede tener problemas de concentración o pensamientos distorsionados que le dificultan tomar decisiones.

Escuchar activamente, validar los sentimientos de la persona, ofrecer compañía y animarla a buscar ayuda profesional son acciones mucho más útiles que intentar "arreglar" su vida con consejos. Es importante recordar que la persona con depresión es quien mejor conoce sus propias necesidades y debe ser quien tome las decisiones sobre su vida.

D. ¿Cómo motivar a alguien con depresión sin presionarlo?

Motivar a un familiar con depresión puede ser un desafío porque la falta de energía y motivación son síntomas característicos de esta enfermedad. Sin embargo, hay una serie de estrategias que puedes utilizar para ayudar a tu ser querido a encontrar un poco de impulso y esperanza.

Recuerda que cada persona experimenta la depresión de manera diferente. Por ello debes adaptarte a las necesidades específicas de tu familiar. No hay una solución única, pero con paciencia, comprensión y apoyo constante, puedes ayudar a tu ser querido a encontrar la motivación para dar pasos hacia la recuperación.

1. Entender la depresión mostrando empatía y comprensión hacia tu ser querido como punto de partida

La depresión no es una elección. Tu familiar no elige sentirse así. Es importante entender que la depresión disminuye la motivación, la energía y la capacidad de disfrute.

Recuerda que la depresión es una enfermedad que como cualquier enfermedad requiere tratamiento por un servicio sanitario. No esperes que la persona pueda "salir de ella" por sí sola o con solo "esforzarse más".

Evita presionar o criticar a tu familiar, ya que esto puede aumentar la culpa y el retraimiento.

Paciencia: la recuperación de la depresión toma tiempo. Habrá altibajos en el camino. Es importante ser paciente y comprensivo con tu familiar durante todo el proceso.

un esposo consuela a su esposa con depresión que mira por una ventana a una ciudad
un esposo consuela a su esposa con depresión que mira por una ventana a una ciudad

¿Qué es la activación conductual?

La activación conductual es una intervención psicoterapéutica para el tratamiento de la depresión. Se trata de aumentar la participación del paciente en actividades que le dan disfrute o le dan sentido a su vida. Con esto irá mejorando su estado de ánimo y disminuyendo la intensidad de los síntomas depresivos.

Comenzar poco a poco: No intentes que tu familiar haga demasiado al principio. Comienza con actividades pequeñas y manejables como dar un paseo corto o realizar una tarea doméstica sencilla. Se trata de motivar sin presionar.

Anima a tu familiar a realizar actividades sencillas y de corta duración que antes disfrutaba ya que esto aumenta la probabilidad de que las disfrute y se motive a realizarlas. Pueden ser un paseo corto, alguna afición, un encuentro con alguna amistad, escuchar un rato de música, cocinar algo fácil y apetitoso, o leer un libro. Identifica estas tareas e invítale a practicarlas para incorporarlas poco a poco en su rutina.

Explora con tu ser querido nuevas actividades que puedan despertar su interés, como aprender un nuevo idioma, tomar clases de pintura o unirse a un grupo de apoyo.

Haz hincapié en actividades significativas que tengan sentido según los valores de tu familiar. Ayúdale a encontrar actividades que le hagan sentir útil y conectado las cosas que consideraba valiosas en su vida.

Respeta sus límites y su ritmo: no lo fuerces a realizar actividades si no se siente con energía o motivación. Sé paciente y respeta su ritmo de recuperación.

Evita la sobreprotección: no asumas todas sus responsabilidades, ya que esto puede reforzar su sentimiento de inutilidad. Anímalo a participar en actividades y a tomar decisiones dentro de sus posibilidades, fomentando su autonomía y autoestima.

3. Promover un estilo de vida saludable como base para la activación

Una dieta saludable y equilibrada, así como la práctica de la actividad física mejoran el ánimo, la fuerza física y la motivación. Anima a tu familiar a realizar actividades físicas que disfrute, como caminar, nadar o bailar.

Ayúdalo a establecer una rutina regular de sueño. La falta de sueño puede empeorar los síntomas de la depresión y afectar la motivación.

2. Fomentar la activación conductual y el bienestar de forma gradual y sin presiones

4. ¿Cómo animar a un familiar con depresión a salir de casa?

Animar a un familiar con depresión a salir de casa puede ser un desafío, ya que la falta de motivación y energía son síntomas comunes de esta enfermedad. Es importante recordar que no se trata de obligar o presionar, sino de motivar con paciencia, empatía y comprensión.

- Comenzar con pequeños pasos:

No abrumar: no intentes que tu familiar haga demasiadas cosas a la vez, especialmente al principio.

Pequeñas salidas: comienza por sugerirle pequeños paseos que no requieran mucho esfuerzo, como dar un paseo corto alrededor de la manzana, o visitar a un amigo cercano.

Actividades placenteras: proponle salidas que antes disfrutaba como ir al cine, ver una exposición, etc.

Ser flexible: si tu familiar rechaza la propuesta, no te desanimes. Inténtalo de nuevo en otro momento.

- Muéstrale los beneficios de salir de casa:

Conexión con el mundo exterior: Explícale a tu familiar que salir de casa, aunque sea por un corto periodo de tiempo, puede ayudarle a sentirse mejor al conectar con el mundo exterior y romper con el aislamiento que suele acompañar a la depresión. El distraerse de sus pensamientos negativos con los estímulos del exterior puede aliviarle en su malestar.

Beneficios físicos y emocionales: recuérdale que la luz solar, el aire fresco y el ejercicio suave pueden tener un impacto positivo en su estado de ánimo y energía.

Reforzar la autoestima: salir de casa y realizar pequeñas actividades fuera de su aislamiento puede ayudarle a recuperar la sensación de logro y aumentar su autoestima.

- Ofrecer apoyo y compañía:

Acompañamiento: Ofrécete a acompañarle en sus salidas, especialmente al principio. Tu presencia puede brindarle seguridad y motivación.

Mostrar entusiasmo: transmite tu entusiasmo por las actividades que tu familiar proponga. Tu actitud positiva puede ser contagiosa.

Celebrar los logros: reconoce y celebra cada pequeño paso que tu familiar dé hacia la recuperación de su funcionamiento fuera del hogar.

- Paciencia y persistencia:

No te rindas. Si tu familiar no se anima a salir de casa de inmediato, no te desanimes. Sigue ofreciendo tu apoyo, comprensión y motivación.

una mujer pasea por un parque de la mano de su madre
una mujer pasea por un parque de la mano de su madre

5. Reforzar los logros, la autoestima y el sentimiento de utilidad

Refuerza sus logros: date cuenta de cada pequeño paso que tu familiar dé hacia la recuperación, por pequeño que sea y muéstrale tu alegría por ello. Esto le ayudará a aumentar su autoestima y a sentirse más motivado.

Valora sus fortalezas: recuerda a tu familiar sus cualidades positivas y sus logros pasados para ayudarle a combatir los sentimientos de inutilidad y desesperanza.

Evita las comparaciones: no compares su nivel de actividad con el de otras personas o con su propio nivel de actividad antes de la depresión. Cada persona tiene su propio ritmo de recuperación.

6. Combatir la culpa en un familiar con depresión

La clave reside en transmitirle que la depresión es una enfermedad real, no un defecto personal, y que no es responsable de su estado. Explícale que la depresión es un trastorno médico, como la diabetes o la hipertensión, que afecta al cerebro y altera el estado de ánimo, los pensamientos y las acciones. No es una señal de debilidad ni algo que pueda controlar con solo "poner de su parte".

Es fundamental que comprenda que la depresión no es su culpa. No se la buscó ni la provocó, y no debe sentirse avergonzado o culpable por su estado.

Evita las críticas: los reproches o las críticas solo empeorarán las ideas de culpa. En su lugar, dile cosas que le alienten y apoyen.

Ayúdale a mantener una rutina saludable: apoya para que mantenga hábitos de vida saludables. Puedes ayudarle en la cocina o prepararle comidas para que tenga una alimentación equilibrada. Puedes acompañarle a hacer ejercicio o invitarle a que lo haga, pero sin empujar. También adviértele sobre los horarios para que mantenga un ritmo de sueño nocturno adecuado.

Ayuda con las tareas cotidianas: ofrece tu ayuda con aquellas tareas domésticas o responsabilidades que le resulten una sobrecarga.

Evita la sobreprotección: no debes asumir todas las responsabilidades de tu familiar con depresión. Solo colabora en aquellas tareas que le resulten especialmente complicadas o estresantes. Se trata de aportar apoyo gradual sin fomentar la dependencia.

Trabaja en conjunto con otros familiares o amigos para brindar apoyo y ánimo a la persona. El apoyo de un grupo de personas puede ser muy motivador.

7. Ofrecer apoyo práctico

un hombre y una mujer en delantales cocinando en una cocina
un hombre y una mujer en delantales cocinando en una cocina

8. ¿Cómo apoyar emocionalmente a una persona con depresión?

Sé un compañero, no un instructor: en lugar de darle órdenes o instrucciones, ofrece tu compañía y apoyo para que participe en las actividades. Se trata de acompañar no de empujar a la persona deprimida: ir al lado, pero no tirar de ella yendo por delante. Pasa tiempo de calidad con tu familiar, aunque solo sea ver una película juntos o salir a dar un paseo.

Crea un ambiente de apoyo en el hogar: gestiona las relaciones familiares para que toda la familia actúe de forma que tu familiar se sienta seguro, comprendido y apoyado. Hay que disminuir las situaciones de estrés de la familia, tener calma ante los problemas y asegurar una adecuada comunicación.

Transmite esperanza: recuérdale a tu familiar que la depresión es tratable y que con ayuda profesional puede mejorar.

9. Apoyar al tratamiento profesional

Recuerda que el apoyo familiar no sustituye al tratamiento profesional. Muchas personas con depresión se resisten a buscar ayuda, ya sea por vergüenza, miedo o porque creen que pueden superar la enfermedad por sí mismas. Recuérdale el dicho Taylor Jenkins Reid de que "a veces, el mayor acto de valentía es pedir ayuda."

Anímale a buscar ayuda profesional: la depresión requiere tratamiento profesional, por lo que es fundamental que tu familiar consulte a un profesional de la medicina, la psiquiatría o la psicología clínica. Ofrécete a buscarle la ayuda profesional adecuada y acompáñale a las consultas. Un terapeuta puede ayudarle a desarrollar estrategias para afrontar la enfermedad y mejorar su bienestar.

Puedes sugerirle visitar a su médico de cabecera para descartar cualquier problema físico que pudiera estar contribuyendo a su mal estado de ánimo.

Háblale de los beneficios del tratamiento y comparte historias de personas que se han recuperado de la depresión.

Ayúdale a cumplir con el tratamiento: recuérdale las tomas de medicamentos, apóyale para que acuda a las consultas y siga las recomendaciones de los profesionales.

Infórmate sobre la depresión: busca información sobre la enfermedad para comprenderla mejor y poder brindarle un apoyo más informado.

Consulta con el profesional de la salud mental sobre estrategias específicas para motivar a tu familiar a adaptarse al plan de tratamiento individualizado.

un hombre y una mujer deprimida sentados al lado de una psiquiatra
un hombre y una mujer deprimida sentados al lado de una psiquiatra

E. ¿Cómo actuar si un familiar tiene pensamientos suicidas?

1. Habla abiertamente y con sensibilidad

Si tu familiar expresa ideas de suicidio, escucha con atención, sin interrumpir ni juzgar. Demuéstrale que le comprendes y que te preocupas por él.

No tengas miedo de preguntarle directamente si está pensando en suicidarse. Pregunta con claridad y compasión si ha tenido pensamientos de hacerse daño o quitarse la vida. Hablar del suicidio no lo "incita", sino que puede ayudar a la persona a expresarse, sentirse comprendida, romper su aislamiento y a buscar ayuda.

2. Presta atención al riesgo de suicidio: identificando señales de alerta y factores de riesgo

Las personas que padecen depresión pueden expresar sus pensamientos suicidas de varias maneras:

  • Hablando sobre la muerte o el suicidio de forma directa o indirecta: Presta atención a frases como “me gustaría no despertar mañana”, "no quiero seguir viviendo", "sería mejor si no estuviera aquí", "desearía no haber nacido", “quiero desaparecer” o “quiero salir de esto”.

  • Haciendo cambios de comportamiento: mayor aislamiento social, empeoramiento del descuido personal, acciones autodestructivas o deshacerse de objetos valiosos (regalan pertenencias importantes sin motivo aparente).

  • Expresando desesperanza intensa.

  • Arreglando sus asuntos personales: ponen en orden sus asuntos, como hacer un testamento o despedirse de seres queridos.

  • Mostrando un alivio repentino e inexplicable: una mejora repentina del estado de ánimo puede ser una señal de alerta, ya que podría indicar que la persona ha tomado la decisión de suicidarse y siente alivio.

Ten en cuenta que si su familiar ha tenido intentos de suicidio previos, el riesgo es mayor.

3. Actúa de inmediato y buscar ayuda profesional

Si tu familiar habla de suicidio o muestra alguna de las conductas anteriores:

  • Tómalo en serio: las ideas suicidas son una señal de alarma que no deben tomarse a la ligera. No intentes quitarle importancia ni convencerle de que "todo va a estar bien".

  • Busca ayuda profesional inmediatamente: contacta con su médico o con un profesional de salud mental.

  • No le dejes solo y mantén alejado de su alcance cualquier objeto que pueda utilizar para hacerse daño.

  • En caso de riesgo inminente, llama a emergencias (teléfono 112), o llévalo a un servicio de urgencias.

  • También puedes llamar a un teléfono de ayuda para la prevención del suicidio

Servicios a los que recurrir en España en caso de riesgo de suicidio:

- Línea 024: dependiente del Ministerio de Sanidad para atención a la conducta suicida. Es gratis, garantiza la confidencialidad y puede atiende todos los días durante las 24 horas del día.

- Teléfono de la Esperanza: 717 00 37 17.

- Teléfono de prevención del suicidio: 900 92 55 55.

- En caso de emergencia vital, puedes llamar directamente al 112.

F. ¿Cómo hablar con un familiar con depresión que no quiere ayuda?

Si bien tu ayuda puede favorecer el proceso de mejora, debes tener claro que no eres responsable de la recuperación. Es la persona deprimida la que ha de colaborar en el tratamiento con los especialistas que la traten.

Ten paciencia y comprensión. La resistencia al tratamiento es común en personas con depresión. No te desanimes si tu familiar se niega a buscar ayuda al principio. Sigue mostrando tu apoyo y animándole con amor y comprensión.

Lo primero es hacerle comprender que la depresión es una enfermedad, no una debilidad o una falta de voluntad. Que no puede esperar “salir de la depresión" simplemente con fuerza de voluntad.

Explícale que la depresión es una enfermedad tratable y que hay ayuda disponible. Puedes decirle:

  • "La depresión es un trastorno mental que suele mejorar si se utilizan terapias adecuadas."

  • "Actualmente hay muchas terapias efectivas para la depresión."

Ofrece tu apoyo para buscar ayuda profesional. Puedes:

  • Sugerirle que hable con su médico/a de cabecera, ya que podría resultarle menos intimidante que hablar con un profesional de la salud mental.

  • Ofrecerle ayuda para encontrar un terapeuta adecuado, programar las citas e incluso acompañarle a la primera consulta.

Si tu familiar expresa ideas de suicidio, busca ayuda profesional inmediatamente. No subestimes la gravedad de la situación. Pregúntale directamente sobre sus pensamientos suicidas y hazle saber que estás preocupado.

G. Signos de empeoramiento de la depresión

Es fundamental estar atento a determinados signos de agravamiento de la depresión para actuar con prontitud, buscando ayuda profesional si es necesario. A continuación se describen una serie de señales que pueden indicar que la depresión de un ser querido está empeorando.

1. Intensificación de los síntomas emocionales:

  • Aumento de la tristeza y vacío: la persona puede expresar una tristeza profunda y persistente o experimentar una sensación de vacío emocional abrumadora

  • Irritabilidad y enfado desproporcionados: señales de que la persona se irrita o enfada con facilidad, incluso por asuntos triviales, y tiene dificultades para controlar sus emociones.

  • Sentimientos de culpa y inutilidad más intensos: la persona puede culparse a sí misma por su estado o por situaciones que no están bajo su control, y tener una baja autoestima que se intensifica.

  • Ansiedad y agitación crecientes: la persona puede mostrar signos de ansiedad intensa, inquietud, nerviosismo, dificultad para relajarse o ataques de pánico.

2. Cambios de comportamiento:

  • Aislamiento social y retraimiento: la persona se aísla de familiares y amigos, evita el contacto social y pierde interés en actividades que antes disfrutaba.

  • Descuido personal y abandono de las responsabilidades: puede descuidar su higiene personal, apariencia física y responsabilidades en el hogar, trabajo o estudios.

  • Aumento de conductas autodestructivas: puede recurrir al alcohol, drogas, autolesiones u otras conductas de riesgo para aliviar el dolor emocional.

  • Cambios en los patrones de sueño: puede dormir mucho más de lo habitual (hipersomnia) o tener dificultades para dormir (insomnio).

  • Cambios en la alimentación: puede experimentar una pérdida significativa de apetito o, por el contrario, comer en exceso.

  • Cambios en el lenguaje corporal: puede mostrar una postura encorvada, falta de contacto visual o expresiones faciales de tristeza o desesperanza.

3. Verbalización de pensamientos negativos y suicidas:

  • Hablar sobre la muerte o el suicidio: la persona puede expresar abiertamente deseos de morir, hacer comentarios sobre no querer seguir viviendo o mencionar planes de suicidio.

  • Sentimientos de desesperanza y de pesimismo ante el: puede decir que no cre que va a mejorar o que su vida carece de sentido.

  • Despedidas inusuales o poner asuntos en orden: puede despedirse de sus seres queridos de manera inusual o comenzar a organizar sus asuntos como si se preparara para irse.

4. Cambios Físicos:

  • Fatiga y falta de energía persistentes: la persona se siente agotada y sin fuerzas la mayor parte del tiempo, incluso para realizar actividades simples.

  • Dolores y molestias inexplicables: puede experimentar dolores de cabeza, dolores de estómago, dolores musculares u otras molestias físicas sin una causa médica aparente.

  • Cambios en el peso: puede haber una pérdida o un aumento de peso significativo sin motivo aparente, relacionado con cambios en el apetito o con la ansiedad.

5. Disminución de la respuesta al tratamiento:

Los síntomas no mejoran o empeoran a pesar del tratamiento: si la persona está recibiendo tratamiento para la depresión, pero no observa ninguna mejora, o si sus síntomas empeoran, es una señal de que el tratamiento necesita ser revisado y ajustado por un profesional de la salud mental.

Identificar desencadenantes

Presta atención a las situaciones o eventos que parecen desencadenar un empeoramiento de los síntomas. Puede ser necesario analizarlos para buscar solución a problemas concretos que tu familiar esté afrontando.

Es importante recordar que cada persona experimenta la depresión de manera diferente, por lo que es fundamental observar los cambios en su comportamiento y estado de ánimo en relación con su estado individual previo. Si observas varios de estos cambios, especialmente si son persistentes o intensos, habla con la persona, exprésale tu preocupación y anímala a buscar ayuda profesional de inmediato. En caso de riesgo inminente de suicidio, llama a los servicios de emergencia o lleva a la persona a la sala de urgencias.

III. La depresión y su impacto en el entorno del paciente

La depresión no solo afecta a la persona que la padece, sino que también tiene un impacto significativo en su entorno, especialmente en familiares y amigos cercanos.

A. Impacto emocional en familiares y amigos

En los familiares y amigos de una persona deprimida pueden generarse varias alteraciones emocionales:

  • Preocupación y tristeza: es natural que los seres queridos se preocupen por la persona con depresión y sientan tristeza al verla sufrir.

  • Frustración e impotencia: Los familiares pueden sentirse frustrados, impotentes y enojados al no ver una mejora inmediata en la condición del ser querido.

  • Enfado y resentimiento: si la situación se prolonga en el tiempo y no se maneja adecuadamente, los familiares y amigos pueden llegar a sentir enfado y resentimiento hacia la persona con depresión.

  • Agotamiento emocional: cuidar de una persona con depresión puede ser muy agotador, generando fatiga emocional en el entorno.

B. Los familiares y amigos pueden tener dificultad para comprender la enfermedad

Los amigos y familiares pueden tener ideas equivocadas sobre la depresión por los siguientes motivos:

  • Falta de conocimiento: muchas personas no entienden la naturaleza de la depresión y pueden tener ideas erróneas sobre ella, lo que puede generar culpa, vergüenza y estigma dentro de la familia.

  • Negación del problema: algunos familiares o amigos pueden minimizar la enfermedad o creer que la persona con depresión simplemente necesita "esforzarse más" para sentirse mejor.

Esta falta de comprensión puede dificultar que la persona con depresión reciba el apoyo y la ayuda que necesita.

C. Cambios en la dinámica familiar y social

La depresión de un miembro de la familia puede generar cambios en las relaciones de los familiares entre sí y delas relaciones de la familia con el entorno social:

  • Tensión en las relaciones: la depresión puede afectar la comunicación y la interacción con los demás, generando tensiones en las relaciones familiares y sociales.

  • La falta de comunicación y la dificultad para expresar emociones pueden llevar a malentendidos y conflictos dentro de la familia.

  • Aislamiento del entorno: la depresión de un miembro puede llevar a que la familia se aísle socialmente, ya que los familiares pueden sentirse avergonzados o temerosos de hablar sobre la situación con otros. Los familiares pueden dejar de participar en actividades sociales o de invitar a amigos a casa debido a la condición del ser querido. Esto puede agravar la sensación de soledad y aislamiento tanto para la persona con depresión como para los demás miembros de la familia.

  • El familiar con depresión puede dejar de cumplir con sus responsabilidades en el hogar o en el trabajo, lo que obliga a otros miembros de la familia a asumir esos roles. Esto puede llevar a una sobrecarga para los cuidadores porque:

  • Los familiares pueden tener que dedicar más tiempo y energía a cuidar del ser querido con depresión, lo que puede afectar su propia vida social, laboral y personal.

  • Los hijos de una persona con depresión pueden asumir roles de cuidadores en algunos casos. Esto puede ser inapropiado para su edad y desarrollo.

  • La depresión de un padre o madre puede afectar la estabilidad y la rutina familiar, lo que puede tener un impacto negativo en los niños. Los niños pueden tener dificultades para entender la depresión de un familiar. Esto puede generarles confusión, miedo o ansiedad.

D. Impacto económico

La depresión puede afectar la capacidad de la persona para trabajar, lo que puede generar dificultades financieras para la familia.

Los costos del tratamiento, como terapia o medicamentos, también pueden ser una carga económica para la familia.

E. Recomendaciones para todos los miembros de la familia

En esta guía se exponen múltiples consejos para apoyar a un familiar con depresión. A continuación se resumen varias recomendaciones para reducir el impacto de la depresión de un ser querido sobre la familia:

  • Educación e información: buscar información confiable sobre la depresión para comprender mejor la enfermedad y saber cómo apoyar al familiar.

  • Comunicación abierta y honesta: fomentar un ambiente de confianza donde se puedan expresar los sentimientos y las preocupaciones de los miembros de la familia sin temor a ser juzgados.

  • Apoyo profesional: buscar ayuda de un profesional de la salud mental para la persona con depresión y para los familiares que lo necesiten.

  • Autocuidado: dar importancia al bienestar físico y emocional de todos los miembros de la familia, incluyendo el cuidador principal.

  • Paciencia y comprensión: recordar que la recuperación de la depresión toma tiempo y que habrá altibajos en el camino.

Es importante destacar que cada familia es única y experimentará el impacto de la depresión de manera diferente. Buscar apoyo y recursos adecuados para la situación específica de la familia es fundamental para afrontar los desafíos y promover la recuperación del ser querido con depresión.

IV. Agotamiento emocional familiar y depresión

A. Manifestaciones del agotamiento emocional

Convivir con una persona deprimida supone una situación de estrés mantenido en el tiempo para el cuidador principal y para toda la familia. El inadecuado afrontamiento de esta situación estresante puede causar agotamiento emocional familiar. Consiste en una respuesta natural al estrés y a la demanda emocional que implica convivir y apoyar a una persona con depresión. Se manifiesta con varias alteraciones emocionales, cognitivas y físicas:

  • Sentimientos de enfado, impaciencia, frustración o incluso rechazo hacia el ser querido. Esto es normal y se debe a la fatiga emocional que se experimenta.

  • Dificultad para mantener una actitud positiva y compasiva. La negatividad y el pesimismo de la persona con depresión pueden contagiar a los familiares.

  • Ansiedad

  • Síntomas depresivos

  • Cefaleas, insomnio o alteraciones digestivas.

Una mujer agotada sentada en un sofá con las manos en la barbilla
Una mujer agotada sentada en un sofá con las manos en la barbilla

Varios factores favorecen el cansancio emocional:

  • Dificultad para comprender la depresión: Muchas familias no entienden completamente la naturaleza de la depresión, lo que puede generar frustración, impotencia y culpa.

  • La depresión de un miembro puede afectar las relaciones familiares generando conflictos y cambios en la organización familiar, en el reparto de tareas y de obligaciones.

  • Falta de información y recursos: La falta de conocimiento sobre la depresión y los recursos de apoyo disponibles puede aumentar la sensación de desorientación y estrés en los familiares.

  • Cuidar sin cuidarse: Los familiares pueden centrarse tanto en el cuidado de la persona con depresión que descuidan su propio bienestar físico y emocional.

B. Factores que contribuyen al agotamiento emocional del familiar

C. Estrategias para prevenir y afrontar el agotamiento emocional

Actuar prestando apoyo a un ser querido que sufre una enfermedad depresiva puede agotar física y psíquicamente. Es importante recordar que cuidar de una persona con depresión no es una carrera de velocidad sino una carrera de maratón. Los familiares han de aportar un apoyo efectivo a largo plazo sin comprometer su propia salud y bienestar.

Para evitar el agotamiento, es importante que también cuides de tu propia salud mental y bienestar. A continuación se describen las medidas que pueden ayudarte a evitar el cansancio emocional para mantenerte lo más competente posible en el apoyo de tu ser querido.

1. Comprender que no eres responsable de la recuperación

Saber sobre en que consiste un trastorno depresivo, sus síntomas y los tratamientos eficaces puede ayudar a disminuir sentimientos de culpa y frustración. Es importante reconocer que la recuperación depende del individuo en colaboración con los especialistas. El papel de la familia no es "arreglar" la depresión de tu familiar sino dar apoyo y comprensión.

2. Reconocer y validar tus propios sentimientos

Es normal experimentar una variedad de emociones difíciles al convivir con la depresión de un ser querido, como frustración, enojo, culpa o tristeza. No intentes negar o reprimir estos sentimientos, ya que pueden generar resentimiento y afectar tu capacidad de brindar apoyo.

3. Buscar también apoyo para ti

Habla con amigos, familiares u otros cuidadores sobre lo que estás experimentando.

Busca ayuda profesional si te sientes abrumado.

Unirse a un grupo de apoyo para familiares de personas con depresión puede ser muy beneficioso.

4.¿Cómo establecer límites saludables con un familiar deprimido?

Es importante que establezcas límites claros sobre lo que puedes hacer. No puedes ser un cuidador las 24 horas del día sin que afecte tu propia salud.

Comunica los límites con claridad y compasión: es fundamental hablar con el ser querido sobre los límites establecidos, explicando que, aunque se le quiere y se le apoya, también se necesita tiempo para uno mismo.

Establece tiempo para tus propias necesidades. No te sientas culpable por tomar tiempo para ti mismo y hacer actividades que te gusten.

Valora otros recursos que compartan contigo el apoyo para tu ser querido. Busca la ayuda de otros familiares o amigos para compartir las tareas de cuidado.

5. Practicar el autocuidado: cuidar de tu propia salud física y mental

Es fundamental que mantengas tu propio bienestar mientras apoyas a tu familiar. Tienes que cuidarte para estar lo suficientemente fuerte para ayudarle.

Cuida tu dieta para que sea equilibrada y realiza actividad física. Sigue unas normas básicas para dormir bien y combatir el insomnio. Esto te ayudará a fortalecer la resistencia al estrés y a afrontar mejor la situación.

Utiliza técnicas de relajación para combatir la ansiedad.

Dale prioridad a tu autocuidado emocional: es fundamental dedicar tiempo a actividades que te resulten gratificantes y relajantes como salir con amigos, leer, meditar o escuchar música. Dale importancia a tu propia salud emocional y busca ayuda profesional si la necesitas.

Con paciencia, comprensión y autocuidado, los familiares pueden sobrellevar mejor la experiencia de convivir con una persona que sufre de depresión, brindando un apoyo efectivo sin descuidar su propio bienestar.

un hombre sentado en posición de yoga
un hombre sentado en posición de yoga

Conclusión

Apoyar a un ser querido con depresión requiere comprensión, paciencia y empatía. Al seguir los consejos de esta guía, podemos brindar un apoyo significativo y ayudar a la persona en su camino hacia la recuperación, al mismo tiempo que cuidamos de nuestro propio bienestar.

Recuerda que cada persona experimenta la depresión de manera diferente, por lo que es importante que te adaptes a las necesidades de tu familiar. No hay una "fórmula mágica" para ayudar a alguien con depresión, pero estas acciones cotidianas, combinadas con un tratamiento profesional adecuado, pueden marcar una gran diferencia en su camino hacia la recuperación.